Los diseñadores están capacitados para responder a los clientes y
consumidores y para agregar valor a los negocios. El diseño es un factor
clave en la promoción del consumismo, por lo que los mismos diseñadores tienen problemas para concebir su trabajo más allá del comercio y del consumo.
Ann Thorpe 1 defiende la importancia del consumo responsable en el diseño para la sostenibilidad y el cambio de percepción y posicionamiento del mismo diseñador que, hoy en día, se suele ver a sí mismo como un actor comercial.
Aunque comparten objetivos, tanto de diseño como de producción, existe
una contradicción entre la oferta de producción enfocada en el fomento de la adquisición de los productos y los representantes del consumo responsable, quienes optan más bien por la reducción de este, basándose en el principio de suficiencia.
Como resultado, el planteamiento del problema del diseño para la sostenibilidad demanda no solo la redefinición de la tipología de los productos, sino que, también, necesita una redefinición de modelos del vivir y consumir, en conjunto: se necesita replantear la cultura material actual.
As citizens, this means more than questioning the nature of the products we consume. It requires a review of our lifestyles and how we understand and experience «quality of life». 2
A. Marchand
Esto implica un reto para los diseñadores (los interesados en diseño para la sostenibilidad), quienes se ven obligados a tender puentes entre dos enfoques opuestos: uno, concentrado en reducir el consumo, y otro, dependiente del consumo continuo y creciente. Así, el diseño para la sostenibilidad precisa buscar la creación de empresas que unifiquen
producción, distribución y servicios regidos por valores de la cultura material sostenible.
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