En 1971, Victor Papanek expresó las inquietudes que resultaron ser representativas para los diseñadores de la siguiente década. En el año 1972, se publicó en inglés (el original, en italiano, fue publicado en 1970) el influyente libro titulado Design, Nature, and Revolution: Toward a Critical Ecology de Tomás Maldonado, quien también criticó la postura del diseño frente a los problemas ecológicos. Maldonado abogaba por el uso de la intuición y el pensamiento crítico por parte de los que ejercen la profesión del diseño como el componente principal del cambio.

En los años ochenta, los diseñadores empezaron a asumir como primordial la postura de la responsabilidad medioambiental, marcando el desarrollo de lo que hoy denominamos «diseño verde» y «eco-diseño», basados en la idea de hacer los procesos de producción más eficientes en el uso de materias primas o mediante el uso de materiales reciclados. El enfoque en el diseño de productos verdes representó la convicción de que el rápido despliegue de las tecnologías de reciclaje, materiales inteligentes, fuentes de energía renovables, etcétera, podría resolver los daños ambientales causados por el constante consumo de bienes en los países industrializados.

Desde entonces, la idea de eficiencia ecológica en los procesos de producción y selección de materiales ha prevalecido en el discurso de la responsabilidad ambiental del diseño y de la industria; asimismo, la difusión de la teoría de las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar. A partir de esto, han surgido diseños encauzados a la reducción del consumo de los recursos y del uso de energía, la preferencia por los materiales reciclados y la disminución de las emisiones y los desechos industriales que tienen implicaciones medioambientales. En los años noventa aparecieron varias publicaciones dedicadas al diseño verde y la gestión del diseño ecológicamente responsable.

Existe una amplia bibliografía publicada en los años noventa del siglo pasado y en la primera década del siglo XXI, en la que sus autores comentan las áreas clave del proceso de diseño y proporcionan herramientas para reducir el impacto ambiental negativo de la producción y del embalaje. Esta bibliografía trata, asimismo, temas como la selección de materiales dañinos, reducción en su uso, mejora de las técnicas de producción, planificación de los sistemas de distribución, reducción del impacto del usuario y racionalización de la vida útil de los productos.

  • Gregory Eyring y U.S. Congress Office of Tecnology Assessment, Green Products by Design, Washington: Goverment Printing Office, 1992;
  • Dorothy Mackenzie, Green Design: Design for the Environment, London: Laurence King Publishing, 1997;.
  • Martin Charter y Ursula Tischner, eds., Sustainable Solutions: Developing Products and Services for the Future, Sheffield: Greenleaf Publishing, 2001;
  • Ireneusz Zbicinski et al., Product Design and Life Cycle Assessment, Baltic University Press, 2006;
  • Dorian Lucas, Green Design Vol.1, Braun Publishing AG, 2011.
  • Alastair Fuad-Luke, EcoDesign: The Sourcebook, 2nd ed., Chronicle Books, 2006
  • Alastair Fuad-Luke, The Eco-Design Handbook: A Complete Sourcebook for the Home and Office, Thames & Hudson Ltd, 2009.
  • Rebecca Proctor, 1000 New Eco Designs and Where to Find Them, Laurence King Publishing, 2009.
  • Sim Van der Ryn y Stuart Cowan, Ecological Design. Tenth Anniversary Edition, Landscape and Urban Planning, vol. 37, Washington: Island Press, 2007.

Sin embargo, Tim Cooper, en el informe del año 1994, indicó que, en ese momento, el porcentaje del reciclaje de residuos de plásticos era del uno por ciento. La dificultad de separar los diferentes tipos de plástico eleva los costes del material reciclado, en comparación con los costes de las materias primas.1 Evidenció la insuficiencia e inviabilidad de los procesos de reciclaje como herramientas de preservación del medio ambiente, abogando por las soluciones basadas en el cambio de los patrones de consumo y durabilidad de los objetos.

The approach of green consumerism is inadequate and sustainable consumption must embody a more profound change in consumption patterns. 2

T. Cooper