Alastair Fuad-Luke define el diseño colaborativo como un proceso de participación entre diferentes agentes, haciendo referencia a su carácter social antes que al comercial. Los diseñadores, junto con otros actores que intervienen en el proceso, aprenden y crean en conjunto, pero la característica principal de todos ellos es la implicación en la iniciativa, donde el objetivo es la creación de:

New societal values to balance human happiness with ecological truths. In doing so, design contests the notion of material and economic progress, and its inherent ecological untruths. 1

Así, la manera más completa de abarcar el tema de la sostenibilidad —que permite definir nuevos valores sociales basados en el balance del bienestar individual, responsabilidad ambiental y sostenibilidad social— es mediante el carácter participativo y colaborativo del diseño, lo que permite concentrar el enfoque del diseño en proporcionar a los usuarios nuevos esquemas de comportamiento.